Panarreando

Llevamos un mes viajero… ¡igualito que el baúl de la Piquer! Pamplona, Bilbao y Getxo han sido nuestros destinos carro en ristre donde disfrutar de otras aulas y muchos alumnos con los que trastear y resolver dudas.

Una frase que he escuchado mucho a amigos panaderos es que ni aun con años y años de experiencia en la elaboración de pan consigues controlarlo todo. Para muchos, esto puede parecer un rollo frustrante pero para mí lo bueno que tiene el pan es eso: por mucho que leas, aprendas, practiques y, en mi caso, enseñes, siempre aprenderás algo nuevo… Si dejas que la masa te lo enseñe, claro… ¿¿A que mola??

Disfruto amasando y disfruto enseñando pero, sobre todo, me encanta que a la gente le pique el gusanillo tras una de mis clases para ponerse a probar y probar. Cada grupo es distinto, cada público diferente y en cada persona el pan encaja de una forma especial. Vamos, ¡como la masa madre!

Esta mañana, una de esas personas que me visita asiduamente para charlotear sobre pan me ha enviado por correo un sobre de masa madre liofilizada de San Francisco Y yo estoy mas contenta que unas castañuelas. Porque no sólo significa que ya tengo un juguete nuevo para hacer unos panes, sino que creo que en esta persona la semilla ya ha germinado.

Así que os agradezco la confianza a tod@s los que habéis pasado por aquí para disfrutar de nuestros cursos, a los que vendréis porque nos habéis descubierto de alguna manera o, mejor, porque alguien os ha recomendado que viniérais, a tod@s los que ya tenéis ganas de volver y, sobre todo, a tod@s los que seguís practicando porque lo que os enseñamos os ha servido para volar solos.

Gracias por el regalito David… A amasar!!!