Vapor humeante = pan alucinante

Sí, sí. Tal y como lo leéis. Seguro que muchos de vosotros ya sois expertos en esto de los distintos métodos de elaboración del pan pero esta servidora confiesa que nunca deja de sorprenderse. El sábado pasado recibimos de nuevo a Ibán Yazra en nuestra escuela como anfitrión del taller Panes al vapor: bagel, brezel y baozi. Recuerdo que cuando nos planteamos organizarlo, tato Ibán omo y teníamos dudas sobre su éxito entre los panarras de estos lares. Afortunadamente, nuestras inquietudes se disiparon cuando tuvimos que celebrar un segundo turno por la tarde :)

¿Cuántos tenéis una vaporera en casa? ¿Y cuántos os habéis planteado el juego que le podéis sacar haciendo pan con ella? Los veinte alumnos que pasaron el sábado por nuestra mesa ya se han convencido de que, además de verduritas sanas, la vaporera o una perola con agua hirviendo nos pueden ayudar a crear unos panazos con los que dejar con la boca abierta al paladar más exigente.

Yo confieso haberme puesto fina de bagels cada vez que voy de visita a EEUU o el año que pasé en Escocia. Un panecillo en forma de rosco con un sabor suave porque lo que busca es que el relleno le dé vidilla. Nosotros los degustamo el sábado con pepinillos, quese de untar y salmón…. Ñam!!!

Los brezels causaron sensación, no sólo en el momento del trenzado, sino por el paso de remojarlos en agua hervida con sosa para darles ese tono dorado oscuro y brillante y ese toque de sabor casi metálico. Ibán estaba de foto con sus gafas y sus guantes, mientras tanto el grupo de la mañana como el de la tarde decidió observar la operación desde una distancia prudencial. Alguno hasta hubiera salido de la escuela, seguro! :)

Por mi parte, soy una enamorada de los baozis, bollitos pequeños o medianos con una textura gelatinosa que se la da su cocción en la vaporera. Los hicimos rellenos de parmesano y orégano, de picadillo de carne con especias, de azafrán y de nuez con miel y clavo. Una pena que aquí se vean poco y que lo que más nos suene sean esos panes chinos fritangueros, porque estos bocaditos son perfectos para una cena con amigos, bien sencilla y muy versátil.

Creo que los asistentes quedaron encantados. Y reconzoco que me emociono cuando, como el sábado, entre los alumnos hay gente que repite en la escuela, otros que vienen de lejos como Figueras o Valencia, algunos que son grandes profesionales y siempre muchos nuevos que tienen ganas de aprender y absorben como esponjas. Mil gracias a Errose, Israel, Tere, las dos Begoñas, Maui, José Ramón, Haizea, Natan, Matxalen, los Mikeles, Elvira, Xabier, Txema, Susana, Yolanda, Lluis y Ana Rosa. Y, por spuesto, mil gracias también a Ibán por convertir en fácil lo que parece tan complicado.

2 Respuestas a Vapor humeante = pan alucinante

  1. Muchas gracias, la verdad es que además de pasarlo muy bien aprendimos un montón. Fue una experiencia espero que repetible. Por cierto los panes buenísimos.

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