Bienvenues!!

Pues ya estamos en la France, con nuestras bicis preparadas y el equipaje de 15 días metido en cuatro alforjas. Parece que fue ayer cuando nos fuimos a recorrer el Danubio y ya ha pasado un año… En esta ocasión hemos decidido animarnos con el camping, una opción más barata, que obviamente tiene sus inconvenientes pero que a la vez resulta emocionante!!

No he sido yo nunca muy campingera, las cosas como son. Reconozco que aprecio el buen dormir tanto como el buen comer y, siendo honestos, la tienda de campaña por mucha esterilla autohinchable que tenga… No es lo mismo. También es cierto que la elite de los reyes del camping es admirable, esa casta que consigue atrezar su parcela como la réplica exacta de su casa… Peeeeeero eso es imposible en clave bicicletera, cuando la máxima es ‘cuanto menos, mejor’.
Así que lo de la ropa ha sido fácil porque ya lo hemos hecho antes. Lo de los achiperios para acampar nos ha enzarzado en algún debate que otro.

Básicamente la idea es desayunar en el camping y cenar en caso de extrema necesidad unos sobres de cous cous y pasta ramen con una pinta deliciooooosa Nuestro camping gas es monísimo (gracias a Esther y Javi!) y está milagrosamente preparado para cundir mucho y ocupar poco. Lo sé, soy como una niña con un juguete nuevo… Pero pensandolo objetivamente… Es flipante llevar la casa y la cocina a cuestas!!!